Café-Café

PRIMER ACTO

Se abre el telón.

El primero en entrar siempre está de buen humor, trabaja en un banco y es increíblemente educado. Se sienta en la mesa de la esquina, donde hay menos luz. Me da los buenos días y le pongo su café con leche antes de que me lo pida, me paga en el momento de ser servido y me da las gracias dos veces. Coge El Correo.

Después entra ella, es rubia y siempre lleva el corte de pelo perfectamente marcado y eso es porque trabaja en una peluquería. Toma café con leche también, pero el suyo en muy muy caliente, tancalientequetengaquesoplarle, así la llamo yo en mi cabeza. Coge La Voz hasta que elprimercafé deja El Correo, momento en que cambia uno por otro. Se sienta en la mesa de la ventana.

La tercera persona en entrar habla tan bajo que nunca le entiendo lo que dice, no me hace falta, lo toma con leche y se sienta en la mesa de al lado. El País.

Después entran dos chicos, son pareja pero ella (conlechedobleenvasoysinespuma) siempre llega exactamente 2 minutos 36 segundos antes que él (conlechedoblemuyclaritoyconsacarina). Luego el chico de la gorra, se toma uno doble con leche y un croissant y a los diez minutos uno doble descafeinado con leche. El Mundo y el As.

Nené lo toma cortado y descafeinado. Bromea siempre.

FIN DEL PRIMER ACTO (En este momento hay una pausa, todos están servidos y a lo suyo. Me preparo mi café).

SEGUNDO ACTO

Poco después entra elchicodelosperiódicos, pide café con leche aunque ya se lo estoy preparando. Baja a la planta de abajo, se sienta en la mesa grande y se lee todos los periódicos, tarea que lo mantiene en el bar hasta las 12.00.

Entra Vicky, que trabaja en la tienda de al lado, dependiendo de tiempo que tenga pide una infusión de hibisco con fresas para llevar o para tomar aquí, con 3 azucarillos y 3 huesitos. Después vienen la chica de los dos cafés solos para llevar, dos señores (uno después del otro) de sendos cortados, las viejecitas del corto de clara y café con leche pero no me pongas el sobao que no lo puedo tomar,nena!...

FIN DEL SEGUNTO ACTO (Entra Laura con mi comida)

ACTO FINAL

Llegan los chicos de la obra (dos chupitos de crema y uno de licorca). Uno coge el As y lo comentan entre todos. Son simpáticos, tanto que tengo que aguantar la risa a menudo para que no parezca que estoy escuchándolos, pero lo hago.

Vienen los otros chicos de la obra, dos cortados y uno solo, son más serios pero muy simpáticos también.

Me tomo mi café de sobremesa a la vez que ellos. Después vienen dos con leche de una pareja habitual. Entra mi relevo.

Se cierra el telón...


FIN

CONFESIONES (Yo asesiné a Leopoldine)

Estoy lista, es el momento de entonar el mea culpa y admitir que si Leopoldine está muerta es porque yo la dejé morir. Es verdad, no la maté, pero la dejé morir, y eso me hace igual de culpable. Ya no vale seguir echándole la culpa a todos los demás, a todo el mundo; yo, y sólo yo, dejé que ella muriera.

Escribo por primera vez para mí, y no pensando en quién va a leer esto. Lo escribo para mí, por mí. Es mi confrontación personal. Es la hora de admitir que con mis patéticos intentos de autoprotección me he perdido cosas, la hora de preguntar si esa chica (todas las chicas) podría haber sido yo si no me hubiera comportado como una estúpida, más aún cuando me comporté como una estúpida para evitar sentirme como una estúpida, y llegué al mismo punto de estupidez, pero sin saber qué habría pasado si no me hubiera comportado como una estúpida...

Me he vuelto cínica, no malvada, sólo cínica; digo y hago justo lo contrario de lo que quiero decir y hacer pensando que así, quizá, conseguiré lo que realmente quiero, pero no hago más que complicar la situación.

Más simple es más fácil.

Dejar el cinismo a un lado, tiene que facilitar las cosas, y si no lo hace, al menos, no me sentiré tan estúpida.

Charles Vacquerie o las cosas que adoro (vol. II)

Autorretrato en esfera reflectante, 1935; M.C. Escher

Princesas y heroínas

Hay dos tipos de mujeres, las que salvan y las que esperan ser salvadas. Las heroínas y las princesas. Unas se levantan al caerse, las otras estiran la mano esperando a que alguien les ayude a levantarse. Unas te ayudan aún cuando no se lo pidas, las otras, esperan ser ayudadas sin tener que pedirlo.

Delicadas, dulces y frágiles, las princesas se conforman con aquel príncipe que se acerca a salvarlas, hasta encontrar otro mejor, al menos. Fuertes, independientes y guerreras, las heroínas prefieren el silencio de la soledad que la mala compañía. Las primeras buscan a alguien que las mantegan sin tener que dar a cambio mucho más que una sonrisa de colágeno, las otras ven esfumarse la tersura de su piel batallando por no ser confundidas con princesas...

Y tú, qué tipo de mujer quieres ser ¿princesa o heroína?

Cosas que hacer antes de morir

Ir a Brasil. Sentirme protegida por alguien. Hacer un crucero. Poner un almendro en el jardín. Ponerme un Rosa Clará (aunque no me case). Cantar en público. Follar en el mar. Acabar el cuadro que empecé hace años. Bañarme en el mar Muerto. Sentirme parte de algo. Pasar un fin de semana en un spa. Enamorarme. Visitar NY. Volar en globo. Vestir un Victorio & Lucchino. Ver construido alguno de mis diseños. Jugar en un paintball. Aprender a caminar con tacones. Inventar algo. Hacer snowboard. Ir a los carnavales de Venecia. Llevar una escayola. Recibir una fiesta sorpresa. Conducir un descapotable con la música a todo volumen. Dormir a cielo raso.

Superhéroes

• Viajar en el tiempo


• Volar


• Hacerse invisible


• Ser superfuerte


• Correr rápido como un rayo


• Tener rayos X en la vista


• Controlar la energía eléctrica


• Respirar bajo el agua


• Ser inmortal


• Mover cosas con la mente


• Calentar o enfriar cosas con sólo tocarlas


• ......

De todos los poderes inventados y por inventar en cómics, series y películas... ¿Cuál escogerías si pudieras elegir uno y solo uno?

Hasta que la muerte nos separe

Hoy se ha cruzado en mi vida un nuevo caso de violencia machista, de género o doméstica. Ninguno de los nombres me vale, sólo su nomenclatura implica reducción de importancia, como quién se refiere a ello como a una disputa de enamorados. Violencia, sólo violencia, sin más etiquetas porque éstas son parte del problema.

Igual que la creación de un juzgado para la violencia sobre la mujer, ¿qué coño es eso? un juzgado específico para nosotras, ¿es que a caso que te peguen una paliza no suficientemente importante como para ser tratado en un juzgado ordinario?. Ah, que no es por eso, que es para agilizar la tramitación de las medidas pertinentes, ¿qué medidas? ¿una estúpida orden de alejamiento que se pueden saltar una y otra vez hasta conseguir matar a su pareja?. Por otro lado es una idea genial, tratar a diario con este tipo de violencia hasta conseguir que el propio sistema se habitúe tanto a ello que ya nada le sorprenda ni le sobrecoja.

No quisiera caer en el cinismo, sé muy bien que no se puede poner un policía al servicio de cada mujer maltratada, pero me fatiga la hipocresía con que se trata el tema. Una paliza a una mujer sin ser tratado con la misma dureza que una paliza a otro hombre, sobre todo si es reiteradamente.

Mi niñera, compañeras de trabajo y alguna amiga lo han vivido. Gente de mi edad, más jóven o poco mayores que yo. Entiendo el miedo que se debe de pasar cuando te sientes insegura en tu propia casa, cuando tu integridad física depende del humor del que esté hoy tu pareja, tu marido o el padre de tus hijos. Lo entiendo, por eso mismo no comprendo a algunas mujeres. Sé que puede ser un paso duro, difícil, pero no puede ser más duro que despertarte cada día a su lado.

Algunas mujeres dicen que es por los niños. Los niños se merecen más que nadie crecer en un entorno sano y estable. Pero sé que a veces el miedo te obliga a aferrarte a la fe de que cambiará. Ya sabes que no lo hará, lo sabes de la misma forma que sabías que iba a ocurrir antes de que pasara por primera vez. Pero te engañaste a ti misma del mismo modo que lo haces cada día. A la espera de una absolución que no llega jamás...

Palabras mudas

En la lengua escrita, existen palabras comunes, que todos identificamos con facilidad y que, sin embargo, jamás empleamos en la lengua hablaba, bien porque estén obsoletas, bien porque jamás se usaron más a través del tintero.

Vamos a pensar un poco, y en seguida entendereis a qué me refiero... quiero vuestra ayuda!

Atiza.

Asombroso.

Tierno.

Espeluznante.

Grotesto.

...

El mundo de Sofía

De los sabios prometidos,

nunca encontré a ninguno.

De la libertad que se suponía,

sólo conseguí responsabilidades.

Poner tierra de por medio,

funcionó lo mismo que poner tiempo.

¿Donde está Sofía?

Decían que la encontraríamos,

pero ni el tiempo

ni la madurez

nos permitieron conocerla.

Sofía está muerta.

Despiértala, lo prometiste.

Prometiste que al crecer lo entendería todo.

Quiero respuestas.

Quiero mis respuestas.

¿Dónde está Sofía?

Nadie como tú (chapter 2)

Una nueva entrega de mis parecidos poco razonables, antes de una nueva entrada retomando los orígenes del blog.

A la izquierda, Josh Hartnett, actor y guapo donde los haya, más conocido por trincarse a la Johansson que por su buen hacer (y que conste que no lo hace mal). A su derecha, su análogo castizo, un poco más cani y también más joven, es Juan José Ballesta, más conocido por los de aquí como El Bola.

Aunque las fotos no son las mejores precisamente, bien se ve que la expresión de los ojos de ambos es idéntica... bueno, al menos para mí...

Nadie como tú (chapter 1)

Los que me conoceis un poco, ya sabeis que siempre estoy encontrando parecidos entre personas, que sólo parecen existir en mi mente. Dispuesta a dilucidar el misterio, abro esta nueva sección donde comparemos parecidos (razonables o no) de gente famosa, conocida, amiga o anónima...

Las primeras, ellas dos: a la izquierda, Catherine Frot, actriz protagonista de Odette, una comedia sobre la felicidad; a su derecha, Hayden Panettiere, más conocidas como Claire en la serie televisiva Héroes.

La última palabra la teneis vosotros pero a mí me parecen igualitas, con excepción del salto generacional, de hecho, es como mirar a Hayden dentro de unos 20 años....

Charles Vacquerie o las cosas que adoro (vol. I)

Hay pequeñas cosas que despiertan en uno verdadera pasión, como una canción que no puedes dejar de escuchar una y otra vez, o un cuadro que te provoca sensaciones diferentes cada vez que lo miras. Incluso un videoclip o un libro. Todo vale si hace que sientas algo nuevo o diferente.

Pues bien, en esta nueva sección, iré subiendo esas pequeñas cosas que yo adoro, aunque nadie más las conozca o incluso aunque todos los demás las detesten.

Como comienzo, os dejo un video de UNKLE con Tom Yorke (cantante de Radiohead). Es obra de Jonathan Glazer, director de cine, publi y videos musicales. Lo vi por primera vez hará unos 5 años y me parece una obra maestra... espero que lo disfruteis...