lunes, 22 de diciembre de 2008

Impresionismo, la definición a través de pinceladas


Esteban entrecierra los ojos como si le hubiera entrado humo en ellos cuando no está de acuerdo con una cosa. Se enamora tres o cuatro veces a la semana y nada le gusta más que tocar la guitarra. Esteban canta genial, pero le da vergüenza hacerlo. Siempre tiene mil cosas por hacer y no hace ninguna. No conozco a nadie que disfrute tanto de la vida a cada instante como él.

Bea se rasca la frente cuando está nerviosa. Le gusta el teatro y los años ochenta. Siempre tiene tiempo para los amigos, y adora su independencia. Bea no te oye si está concentrada en algo.

Ale pone las dos manos entre las rodillas cuando está cohibido. Tiene una cicatriz a lo largo de la espalda y le encanta la música dance y cenar con los amigos. Cuando salimos de fiesta, anima la noche como nadie y siempre es el último en retirarse a dormir.

Patu se coloca el pelo detrás de la oreja cuando va a decir su opinión. Siempre tiene frío y no soporta la cebolla. Sólo con mirarte sabe si te pasa algo y sabe escuchar como nadie.

Bacon siempre se quita las chanclas en la playa con desgana, como si odiase hacerlo. Le gusta la comida como a poca gente y se pasa la semana esperando a que llegue el fin de semana para poder estar con sus amigos. A Sergio no le gusta su trabajo.

Vanessa odia la cebolla, y le gusta apoyar los codos en las rodillas con la taza en las manos cuando toma café. El licor café la pone eléctrica. Se pone nostálgica cuando piensa en Galicia.

Ulises se toca la patilla de las gafas cuando miente o está de broma. Siempre está riendo. Es esa persona que te llama cuando menos te lo espras aunque no tenga nada que decir, solo para saber cómo te va.

Elías siempre pone paralelos o perpendiculares todos los objetos que hay sobre la mesa. Es muy protector con su gente. Le gusta comer, y le encanta cuando Patu no quiere su tapa. Siempre está cuando se le necesita y pero sobre todo, siempre está aunque no lo necesites.

Quique tartamudea un poco cuando se enfada. No le gustan las relaciones superficiales, ni las hipocresías. Tiene un concepto de sí mismo más bajo que el que los demás tenemos de él. Quique tiene las opiniones muy claras sobre las cosas.

Lema echa las cartas en las mesa haciéndolas girar en el aire. La película que más veces ha visto es Mulan. Le gusta meterse en cama y hacer maratones de películas. Le encanta jugar a los dardos.

A Lidia se le inflaman los párpados a veces, y lo odia. Le pica la nariz cuando se levanta y le gusta ponerse tacones muy altos. Adora Sexo en NY y las películas de Isabel Coixet. Si se estresa le da por llorar y siempre se preocupa por mí.

A Dani un párpado se le cierra más despacio que el otro cuando está borracho. Se frota la barriga después una comida abundante y en seguida tiene sueño. Siempre le quita importancia a las cosas que no la tienen y a menudo acaba las frases diciendo "e na máis".

Veiga arquea las cejas cuando se rie mucho. Tiene el dedo gordo del pie enorme. Le gusta jugar en la playa, a lo que sea. Le encanta venir a Montalvo y siempre se olvida de tomar el protector estomacal hasta que ya es demasiado tarde y le duele la tripa. Veiga nunca te falla.

Roge se sienta en el suelo apoyándose en las manos primero porque le duelen las rodillas. Siempre está de mal humor y grita demasiado. Roge consigue sorprenderme cuando menos lo espero, con algo que dice o hace por mi.

Michelle mordisquea las pajitas de las copas. Todavía no nos entiende cuando hablamos muy rápido. Extraña a su familia pero se ha adaptado a España increíblemente rápido. No hay otra mujer en el mundo capaz de beber lo que ella, y tampoco ningún hombre.

Lisi adora la fotografía. Está cansada de que la comparen con su hermana gemela. Es responsable y divertida. Ella no lo sabe pero es increíblemente fuerte.

Yolanda sonríe mientras habla, siempre. Se preoucpa mucho por cosas pequeñas pero finge no hacerlo. Le gusta su trabajo pero a veces le satura. Yoli es muy protectora con sus hermanos. Le gusta que la llamen You.

Baltasar no puede estar quieto cuando está de pie. Es protector y cariñoso. Baltasar es la clase de persona que querrías tener cerca en una pelea. Le gusta Alejandro Sanz y no le da vergüenza admitirlo.

Manolo se reclina hacia delante con los codos sobre la mesa cuando tomamos algo. Nada le gusta más que la cerveza. Sabe miles de chistes malos y cuando está hablando con alguien y le da la risa e intenta contenerla se le marcan los hoyuelos.

Jorge se remanga siempre cuando lleva manga larga. Suele quedarse de pie con la cerveza en una mano y la otra en el bolsillo. Le gusta más charlar en grupos pequeños que grandes y no soporta la leche.

Jonás arrastra los pies al caminar, como si le pesase todo el cuerpo. Nunca sabes lo que está pensando pero nunca hará daño a nadie queriendo. Jonás es como el hermano pequeño de todos los que le rodean. No se puede hacer planes co él pero todos nos entristecemos un poco cuando se marcha.

Josechu mueve persistentemente una pierna, como si estuviera nervioso. Siempre está de buen humor y tiene una risa escandalosa y muy contagiosa.

Rafa siempre echa aceite en todas las comidas. Le gusta su pueblo pero sabe que no podría vivir allí. Le en canta organizar fiestas en su casa y es el perfecto anfitrión.

Adolfo tiembla cuando se ríe. Siempre tiene proyectos nuevos y no se conforma con lo que tiene. Le preocupa quedarse solo y adora salir a cenar de pinchos con los amigos

Serrano apoya el codo en la barra siempre que puede. Le gusta tener la casa limpia y es más testarudo que yo. No le gusta que las chicas sean más altas que él y le gusta ir al gimnasio a descargar adrenalina.

Noema se peina en flequillo hacia abajo con la mano cuando se sonroja. Siempre me dice ailofiu y yo siempre le respondo michú. Nos es capaz de enfadarse con nadie y llora más a menudo de lo que lo reconoce.

Olalla parpadea muy despacio, como si disfrutara al hacerlo. Siempre sonríe y su compañía me relaja.
Tarrío es el primo responable, tan comprometido con la familia como con los amigos. Siempre sabe lo que hay que hacer. Tenerle cerca que da seguridad.

Lucy es divertida. La conozco desde hace más de 15 años. En ese tiempo las dos hemos cambiado mucho, pero todavía me alegro cuando nos volvemos a encontrar. Lucy tiene pensamientos originales, te hace pensar: nunca me había planteado eso...

Nazareth lleva a menudo el bolso en la mano, no colgado. Tiene ideas creativas e inteligentes. A veces su vida la hace entrar en conflicto con ella misma por la educación que ha recibido. Nazareth es nuestra compañera de boberas en las largas noches de proyectos a contrarreloj.

David se sienta montando la pierna derecha sobre la izquierda hasta casi la cintura. No le gusta que digan lo que es capaz de hacer con su elasticidad. Le gusta el cine bélico y las superproducciones de ciencia-ficción.

Sira llama a la gente "co". A veces se encierra en casa durante semanas porque necesita aislarse. Sira y yo hablamos mucho de sexo y hace que no me sienta incómoda en absoluto.

Mary tiene miedo a la soledad, pero eso no le hace huir, se queda donde está desafiando al mundo. No sabe qué es lo que va a ser de mayor y tampocole preocupa, quiere disfrutar de cada paso a cada momento. Mary cree que no se merecía lo que tenía, y tiene razón, se merece algo mejor.

A Irene le gusta hacer cosas de chicas y con chicas. No le importa pedir ayuda cuando la necesita y a menudo se miente a sí misma sobre lo que quiere. No se avergüenza al decir que le gusta tener novio aun cuando no lo tenga. Irene es todo un carácter, tiene genio y mala leche, es su manera de protegerse, pero después , todo le duele y le afecta.

A Laurita es imposible no quererla. Cuando llora consigue que yo también acabe llorando sólo de verla a ella llorar. Es dulce y tierna y aún no le han hecho daño. Conserva esa fe en la gente que algunos ya hemos perdido.
Susana es simplemente adorable. Siempre quiere arreglar las cosas, por estropeadas que estén. Puede mover el cuello como un pollo y no le da vergüenza cofesar que le gusta Manolo Escobar.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Cómo conocí a todos los demás




El momento exacto en que les conocí en general no lo recuerdo, con algunas excepciones: Rey Mago supuso la primera visión de culo masculino en mi vida y eso marca. Teníamos 3 años. Cuando Leónidas puso un pié en las galerías del instituto se hizo un breve silencio (no creo que fuese por ser el primer negro en nuestro colegio) antes de que las animadoras (Heather, Heather y Heather) elaboraran su rápido plan de ataque. Amaho Daio (en indio, dedo gordo del pie más grande que mi cabeza) era una sombra en la esquina de la barra del bar que frecuentábamos, bueno, una sombra que solo abría la boca para soltar pullas, como una mascota de un programa, a la que no puedes evitar coger cariño. Con él llegaron Mr. Funcionario, Chu y Fuego Lento, un personaje único en su especie, capaz de causarte la calma más profunda o el estrés más intenso de tu vida.


A todos los demás, los fui conociendo de una manera paulatina y casual durante mi infancia, pero se puede decir que fue en el paso del colegio al instituto cuando empezamos a andar juntos, y así llegaron Princesa y su Rey, Elquetengoaquícolgado, Diva, el Profe de Sexo, Favela, Caballo y Perro,...


Hemos perdido a algunos en el camino, de eso no hay duda, pero otros han llegado para ocupar el vacío que dejaron algunos, no todos, porque otros lo que dejaron con su marcha es paz y tranquilidad.


Muchos han hablado de nosotros, desde el típico "tus amigos de ahora no son los amigos que tendrás cuando seas adulta" o "cuando se acabe el instituto os separaréis, es ley de vida"...


Un amigo mío al que llamaremos Rojas, me dijo una vez: Mira, tus amigos y tú sois el grupo de gente más rara que he concido nunca, sois todos diferentes, os gustan diferentes tipos de música, vestís con estilos casi opuestos, e incluso en vuestra forma de ser sois muy heterogéneos, y sin embargo, es increíble que sigáis juntos después de tantos años, yo no conozco a nadie que haya sobrevivido después del instituto...

jueves, 27 de noviembre de 2008

50 razones para tener sexo


Vamos a hacer un pequeño homenaje a Cómo conocí a vuestra madre y a ver si entre todos conseguimos hallar 50 razones para tener sexo en un momento dado. Todo vale si tiene un mínimo de sentido. Vamos allá:



1. Por necesidad.

2. Por amor.

3. Por pasar un buen rato.

4. Porque hoy me he depilado y alguien debe ser testigo.

5. Porque llevo lencería nueva y alguien debe ser testigo.

6. Porque es mi primera vez y ya me tarda.

7. Porque me he encontrado 50 eurillos en un bolsillo.

8. Por qué no?

9. Para abrir el apetito.

10. Porque estoy borracha y tengo la líbido por las nubes.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Las chicas Pokrifki


Y luego están ellas, las chicas Pokrifki, un pequeño colectivo de mujeres que ofrece sexo esperando algo a cambio. Creo que todos conocemos alguien que haya comentado alguna vez:


- Que cabrón, me acosté con él y no me ha vuelto a llamar.


Pero, ¿cabrón por qué? ¿es que habíais pactado que si os acostabais después él te llamaría? pues entonces, ¿qué esperabas?. Lo que no se puede pretender es acostarte con alguien una noche y esperar que vaya a la fábrica a sacarte en brazos delante de todas tus amigas... Si te acuestas con él que sea porque te apetece y punto, no para intentar conseguir una cita con él.


Asi que a todas las Paulas Pokrifkis del mundo, os deseo suerte, la vais a necesitar...

martes, 18 de noviembre de 2008

La teoría del número de teléfono


Cuando te acuestas con alguien una noche, existe una especie de ritual a la mañana siguiente o en el momento de la despedida. Una especie de juego en el que la chica gana si consigue mostrar un absoluto desinterés por el otro o por cualquier tipo de contacto posterior. De forma que si insinúas que no te importaría volver a verle, o hablas aunque solo sea de lo que tienes que hacer el miércoles siguiente, estás vendida.


Y de aquí viene la teoría del número de teléfono, también conocida como el espejismo de la victoria masculina, y que consiste básicamente en que si le pides a un chico su número, mail, facebook, tuenti, msn,... activarás en él la alarma anti-cazadoras, de forma que tienes el rechazo asegurado. Te dirá que mejor dejarlo en sólo esa noche, te dará un número falso,...


¿Por qué? muy simple, porque sentirá que quieres cazarlo, acosarlo y aquí, los que cazan son los machos. Ahora bien, si te pide tu número y no se lo das, entonces hará cualquier cosa por volverte a ver porque no soportan la sensación de no llevarse en trofeo aunque sea para colocarlo en la vitrina, de hecho, si le das el número es posible que te llame o no, pero si no lo haces volverá a por ti.


Ilustremos mi teoría con el ejemplo de una amiga a la que llamaremos Fantine (si,si, ya sé que estáis pensando que soy yo, pero no). Fantine es una chica con mucha personalidad, inteligente, independiente y fuerte cuyo punto débil es su actitud hacia los hombres. Durante una buena temporada, cada vez que Fantine se acostaba con un chico, pensaba que era especial y que le gustaría volver a verlo, de modo que recibió un montón de negativas, evasivas y números y mails falsos, de modo que comenzó a desmitificar los encuentros sexuales y a cambio comenzó a recibir los corrspondientes cambios de actitud en ellos: tengo que volver a verte, el otro día me dejaste loco,...


Que nadie se engañe, esta actitud es absolutamente efímera, pero al menos bloquea en ellos la sensación de me la he tirado y ahora voy a pasar de ella y que se joda, que a mí no me atrapa nadie (nadie quiere atraparte).
Como es normal, muy pocos hombres admiten reaccionar así, pero la realidad está ahí fuera.



jueves, 13 de noviembre de 2008

Las Reglas del Juego


En esta primera entrada, plantearemos la base del blog y el tema, abierto a debate, de las reglas sociales o roles.


A priori, somos pocos los que reconocemos estar condicionados por un rol, o comportamiento social adecuado a nuestro colectivo o clan, determinado éste por nuestro sexo, cultura, edad, religión,...


Si embargo todos nos movemos bajo estas premisas en mayor o menor medida. Vamos a analizarlos desde la perspectiva de la eterna dialéctica hombres-mujeres o el juego de la seducción, tomemos como ejemplo una noche cualquiera de viernes a las 4:00 am, Marius y Cosette se cruzan una fugaz mirada:


-¿quién dará el primer paso?

-¿quién invita a quién a una copa?

-¿quién determinará si sucede algo o no?


Está claro ¿no? existen unas reglas de juego o roles bajo los que nos sentimos protegidos. Ahora bien, es que acaso estas reglas son malas, o nos facilitan el acercamiento?


Yo personalmente, toda la vida he pensado que si fuera hombre, jamás habría besado a una mujer, porque el simple hecho de tener que llevar la iniciativa, de enfrentarse al fracaso e incluso a la humillación, me habría mantenido fuera de la pecera con seguridad.